miércoles, 3 de septiembre de 2014

Soy



Una expresión trunca a medio completar, soy yo, soy hoy.
Una vez fui toda yo. Una vez de esta garganta era la dueña de mis cuerdas vocales. Me había aprendido mi lengua.  Llegué a aparentar ser nativa de mi tierra, y era por hablar su lengua. ¡la mía! Mi lenguaje.
Mi lenguaje en la tierra, en el aire, en este mundo: MI CUERPO. Todo fluía de color y yo avanzaba desnuda,  verde, alada.


Una noche clavel del aire cayó al pavimento, pasmada  aún por el impacto del nuevo mundo, se creyó en un lodazal de Amor y clavó hambrienta allí raíz. Abrazó fuerte y jugosa a la planta que crecía a su lado.
Pero la tierra no es como el aire ni el cemento es como la tierra ni el abrazo es eterno.


Raíces cagadas de hambre, mal nutridas, deslenguada Clavel se acuerda de su antigua fortaleza. -¿Qué fortaleza era esa? ¿Ante qué? ¿Ante quién? ¡si existía mientras existía en soledad! ¡no había nadie! ¡débil! ¡sos débil!

Aunque mi cuerpo,  violeta como el que aguanta, sin embargo a veces grito.

Y también hay algo, otra que grita, de abajo de mi piel, a punto de atravesar, de romper.
Debo ser.

Y yo que nunca hablé en palabras, pero como lo que busco es llegar al nacimiento de mi voz, mi color, mi flor y  mi raíz...